Capítulo 5: Goodbye
Una luz me hizo que tuviera que parpadear
varias veces para saber que me rodeaba.
Cuando abrí los ojos y me
encontré en un sitio blanco, allí se encontraban Rajohn, Raquel, Mabel, José
Martínez y Moisés. Me estaban esperando.
-Que alegría volver a veros-dije.
-No-dijo Rajohn.
-Julián debes volver-me dijo Raquel.
-¿Por qué? ¿Para al final morir?-dije indignado, aun llevaba
la ropa de enfermo mientras los demás iban completamente de blanco.
-No-dijo José Martínez-Para salvar a la humanidad de la
enfermedad.
Yo avancé hacia ellos pero algo me hizo retroceder yo quería
ir pero no podía. Entonces abrí los ojos y me encontraba entre crucifijos, me
levanté y en la puerta estaban Cristian, Jorge y Luis que me miraban con
asombro.
-¿Qué pasa?-dije.
-Julián-me dijo Luis-¿Te tomaste ayer la medicina u hoy?
-No me acuerdo…-dije-Me tomé las medicinas pero no me sabía
igual.
-Qué extraño-dijo Jorge.
-¿Cómo me salvasteis?-dije.
-Nosotros cogimos la maleta corriendo-dijo Cristian-y
entonces te caíste al suelo, Jorge fue a examinarte a ver si te había pasado
algo con la caída, mientras yo fui a abrir la maleta y cogí una capsula… de los
nervios se me cayeron unas cuantas capsulas, la abrimos y te la dimos de beber.
Entonces oímos ruidos y te llevamos al túnel que se dirigía aquí. Te dejamos
aquí y al los cinco minutos te has despertado.
-Vaya ¿Cómo encontrasteis la entrada?
-Había una piedra que sobre salía de la pared-dijo Luis-La
metí dentro y la pared se corrió dejando ver estos pasadizos. Lo de siempre.
-Nos metimos aquí para esperarte-dijo Jorge.
Entonces se oyó como si se corriese un montón de piedras y
pasos. De repente apareció de entre los crucifijos Antonio y Adrián.
-¿Julián?-dijo Adrián sorprendido.
-Pero… según José deberías estar muerto por no haber tomado
la medicina.
-¿Cómo?-dijimos.
-Esto…-dijo Antonio y sacó una pistola-No os mováis.
Entonces empezaron a atacarnos, Jorge cogió un crucifijo y
empezó a defendernos de las balas de Antonio, salimos de la sala de los
crucifijos y empezó a dispararnos en el pasillo de las catacumbas de las
mercedarias mientras que Adrián estupefacto, no paraba de mirarme. Yo me temía
lo peor ya que en esos crucifijos estaban el virus y no sabía si iba tener un
efecto secundario si recibes dos veces el virus, aunque era técnicamente
imposible que pasara algo.
Jorge aumento el ritmo y empezamos a subir las escaleras que
llevaban a la sala de estudios del gimnasio grande del colegio, llegamos hasta
el gimnasio y allí parecía que teníamos gran variedad de movimiento. Entonces
Antonio le a propinó tal golpe al crucifijo, lanzando su pistola, que hizo que
una de las capsulas de los virus se destruyera
-¡NO!-dijo.
-Estamos…-dijo Adrián antes de que le cortará Jorge.
-Contagiados-dijo Jorge.
-Ahora eres como nosotros-dije acercándome a Antonio.
-Yo solo-dijo Antonio con lagrimas en los ojos-Yo solo
quería encontrar mis orígenes y ahora… maldita EM… ¡Maldito Dex!
Entonces se abalanzo sobre mi y cogí un palo de madera azul (De
los que se usa para el karate) el también cogió uno rojo y empezó a luchar, yo
solo me defendía moviéndome de un lado a otro, que fuera el bajito
ayudaba, pero el luchaba con bastante
agresividad
-Yo no soy el culpable de tu angustia-dije.
-¿A no?-dijo-Por tu culpa Pablo y yo no seremos los líderes
de la EM cuando LDP muera.
-No seas así Antonio-dijo Adrián.
Entonces de las catacumbas apareció un hombre encapuchado,
no pude apreciar su cara porque tenía una máscara de gas, su vestidura era
negra, tenía unos brazaletes en los que ponían CD, era la misma persona que
había visto Leticia hablando con Leonel y Vanesa antes de que la atrapasen por
el año 2010.
-O no… De Habsburgo-dijo Antonio y paró de atacarme.
-Nos has fallado Lapordi-dijo una voz ronca como si
estuviera forzando la voz-Muere.
Entonces se abalanzó sobre él y de sus muñecas salieron unas
cuchillas que mataron a Antonio.
-Iros-nos dijo Adrián empujándonos y saliendo corriendo con
nosotros, parecía que él no nos guardaba rencor ¿Era cierto lo que me dijo Moisés?
¿Se había hartado de mentiras?
-Tengo otros planes para vosotros-dijo De Habsburgo-Un
momento Julián Dex. Toma-dijo y me tiró los brazaletes con los que mató a
Antonio-Son tuyos y de tu familia, perteneció a vuestro antepasado Cristian Dex
y ahora son tuyos.
Dicho esto se marchó, yo cogí los brazaletes, le di a un
botón y salieron de los brazaletes unas cuchillas. Me puse los brazaletes y
salí corriendo. Con los demás.
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